¿El aprendizaje es algo trivial?

¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?

Sin duda alguna que no, ya que lo estaríamos reduciendo a cuestiones puramente memorísticas, sin ningún sentido, aunque claro, considero que la memoria es una herramienta para ello.

Ahora bien, si el aprendizaje lo definimos como los contenidos que el estudiante incorpora a su acervo personal y que muchas veces, esa es la esencia de los exámenes institucionales, pareciera que efectivamente que éste es algo trivial.
Sin embargo, la RIEB, considera el aprendizaje como el desarrollo de personas competentes capaces de transformar el medio en que viven, por lo cual se adhieren las capacidades, habilidades, valores y actitudes con la finalidad de resolver los problemas de manera eficaz que se presenten en la vida de los estudiantes.

Ausubel a su vez, considera que el aprendizaje significativo es precisamente aquél que recoge algún interés por parte de la persona, es decir que le es útil para resolver un problema. De ahí la importancia entonces de conocer a nuestros alumnos, así como el entorno y la problemática que les rodea.

Es aquí donde entra la función del lenguaje oral y escrito, ya que son relevantes en las funciones cognitivas, es decir que pueden ser utilizadas para entender e interpretar la realidad.

Se incrusta entonces el término competencia como la capacidad de actuar eficazmente para resolver un problema.

Gonczi, a su vez da al término competencia atributos, como los conocimientos, actitudes, valores y habilidades, que considero son en definitiva necesarios promover y desarrollar en nuestros alumnos, porque al fin y al cabo es lo que caracteriza la esencia del ser humano.

Y en el marco del constructivismo, competencia es la capacidad para movilizar saberes en un contexto determinado, en la acción y con éxito, para satisfacer necesidades, atender situaciones, resolver problemas, tomar decisiones y/o lograr objetivos. Esta definición señala la realización del ser humano que le lleva a transformar su realidad con la meta de vivir mejor.

Por otra parte Pérrenoud afirma que : "Una competencia se reconoce al relacionar de manera adecuada los conocimientos previos con un problema, lo que para Piaget son los mecanismos de asimilación y acomodación de estructuras cognitivas.

Ahora bien, el aprehendizaje, es más bien un proceso adaptativo mediante el cual, construyendo el conocimiento de la realidad, del mundo, el sujeto se construye a sí mismo como ser humano, siempre reorganizando -en todo momento- la propia estructura cognitiva desde donde continuará readaptándose indefinidamente a través de sus propios procesos de asimilación y acomodación.

Es lo que define realmente el concepto de aprendizaje, por lo cual podemos afirmar que siempre se está en desequilibrio (asimilación-acomodación), y las experiencias están estrechamente ligadas a ello.

Carl R. Rogers, fundador del enfoque educativo de la psicología humanista-existencial denominado genéricamente “Educación centrada en el estudiante”, afirma en su segunda hipótesis : "Una persona aprende significativamente sólo aquellas cosas que percibe como vinculadas con la supervivencia o desarrollo de la estructura del sí-mismo (self)". Y así es, en la medida que nuestros estudiantes encuentren la utilidad de los aprendizajes que le sirvan para mejorar su manera de vivir, podemos afirmar que ala educación tiene sentido. Aunque claro está, comparto la idea de que también los maestros aprendemos de nuestros estudiantes mediante la interacción que tenemos con ellos todos los días y por lo tanto, construimos nuevas realidades.
Para situar el aprendizaje afectivamente dentro del interés del estudiante, hemos de considerar al menos los tres tipos de interés que, según Habermas, promueven toda construcción del conocimiento y que tienen que ver con esta división paradigmática de la epistemología contemporánea: 1) el interés por controlar la realidad; 2) el interés por comprenderla de manera holística; y 3) el interés por transformarla. En lo personal, considero que efectivamente, el interés es el que mueve a las personas en busca del conocimiento, o mejor dicho, del aprendizaje.
Para Delors, la educación a lo largo de la vida –afirma él- se basa en cuatro pilares: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos, aprender a ser.
Aquí se sustentan las competencias que propone la RIEB: Manejo de información, manejo de situaciones, competencias para la convivencia y para la vida en sociedad.
Para situar el aprendizaje dentro del la Zona de Desarrollo Próximo del estudiante, hemos de considerar antes que nada su definición. Vigotsky la definió como la distancia entre “ y el nivel más elevado de En conclusión, la tarea más significativa para los docentes, es precisamente el desarrollo de competencias que encaminen a nuestros estudiantes a la adquisición de aprendizajes, entendiéndolos como el conjunto de saberes, capacidades, habilidades, valores y actitudes que persigan la construcción de un mejor ser humano, para que pueda transformar la realidad en que vive.
Depende entonces, grandemente, de nosotros los maestros, llevar a cabo tan noble y digna misión.

María Margarita Rocha Pérez.